¿Qué son los grabados y cómo mejorar la impresión de tus etiquetas?
Las etiquetas son elementos imprescindibles para identificar, informar y promocionar tus productos. Para que tus etiquetas sean efectivas, no solo debes cuidar el diseño y el contenido, sino también la técnica y el acabado de la impresión. En este blog te hablaremos de los grabados, una de las opciones más utilizadas para crear etiquetas de calidad.
¿Para qué sirven?
Los grabados son piezas talladas en relieve que contienen la imagen o el texto que se quiere imprimir. Se fabrican a partir de un material flexible, como caucho o polímero, que se graba con láser o con una máquina especial. Cada grabado corresponde a un color diferente, y se montan en un cilindro que gira sobre el material a imprimir.
Los grabados son fundamentales para la impresión flexográfica, una técnica de impresión de alta velocidad que utiliza una placa flexible con relieve. La impresión flexográfica es muy utilizada para crear etiquetas sobre diversos sustratos, como plásticos, películas, bolsas, cajas, etc.
Los grabados tienen varias ventajas:
- Garantizan la fidelidad y la nitidez de la imagen o el texto, al reproducir con exactitud el diseño original.
- Permiten la aplicación uniforme y precisa de la tinta o el adhesivo sobre el material, evitando manchas o borrones.
- Facilitan el cambio de diseño o de color, al ser fácilmente intercambiables.
¿Cómo mejorar la impresión de tus etiquetas con los grabados?
Para mejorar la impresión de tus etiquetas con los grabados, debes tener en cuenta algunos aspectos, como:
- El diseño: Debes elegir un diseño adecuado al tipo de producto, al público objetivo y al mensaje que quieres transmitir. El diseño debe ser claro, atractivo y legible. Debes evitar los elementos innecesarios o confusos que puedan restar impacto a tu etiqueta.
- El color: Debes elegir los colores que mejor representen tu marca, tu producto y tu propósito. Los colores deben ser armoniosos, contrastantes y llamativos. Debes tener en cuenta el color del material sobre el que se va a imprimir la etiqueta, para evitar que se pierda o se distorsione la imagen.
- El material: Debes elegir el material más adecuado al tipo de producto, al tipo de impresión y al tipo de uso. El material debe ser resistente, duradero y compatible con la tinta o el adhesivo. Debes considerar las condiciones ambientales a las que estará expuesta la etiqueta, como la humedad, el calor o la luz.
- El acabado: Debes elegir el acabado que mejor realce tu etiqueta y le dé un toque especial. El acabado puede ser brilloso, mate, satinado o metalizado. También puedes optar por efectos como el stamping, el troquelado, el relieve o el barnizado.
¿Por qué elegir a Color Digital para tus etiquetas impresas en flexografía?
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